El hecho de encontrarte con tu propia manera de actuar. De tu propio y único
contacto con la nariz. De hacerlo de una manera natural. De tener en cuenta de
que si no es así es una mera imitación. Algo parecido a las cintas de casete
que pierden fuerza copia tras copia.
No es saludable para la persona creer que nos agrupamos en rebaños, digamoslo así, de personalidad.
El hecho de creer que somos personas únicas en la evolución de la humanidad
es certero y nos ayuda a combatir factores como la soledad, el ego o la
ansiedad.
Nos parecemos, eso sí… Encontrar identificaciones en otras personas nos
beneficia pero nunca cayendo en el error de pensar que estamos limitados a ellas.
Así como en el payaso o actor que goza de salud escénica es recompensado
por el público, nosotros somos recompensados por ser un poquito más saludables.