viernes, 30 de octubre de 2015

Halloween; quitando lastre a la vida.

Tiempo de muertos,
de festejo. Visión alegre,
respetuosa por otro lado,
recuerdos…

Reivindicar a los muertos.
Si además nos nutriéramos con reflexión,
con plenitud, abiertamente.
Majestuosidad en nuestros corazones
reinaría. Poco a poco, pasito a pasito…
Sin ser psicópata ni suicida.

Regalo a mis difuntos un recuerdo.
De logros,
de refunfuñantes y graciosas
maneras de ser; particulares, con amor.

Familiares, amigos, compañeros
y algún desavenido. Me regalan una paz,
una visión distinta acerca de lo hostil
que puede ser la vida con un temor
de tal envergadura.

Como el diestro ante el zurdo,
aprendo a ser ambidiestro, nutrirme,
ser empático. En la mitad de todo.
Especular sin temores en el gozo a la vida;
la manzana prohibida.
¿Y después qué?

No sé…Pero tratar a la muerte
puede quitar sufrimiento, espanto.
Quitar dos grandes temores:
La muerte en sí,
y la muerte en vida.                                                  

                                                                                     
Nacer se llega,
a morir también.
No se puede esquivar,
ni engañar a la naturaleza.
Todos seremos el festejo de los vivos
por esta época.
Pero no tendría que ser ni por castigo,
ni por placer, ni otras cargas.

Solo un proceso más.