No ocurrió
al instante. Primero me llamó la atención una azafata deliciosamente emotiva
que tiraba fotos a señores con bello. Al instante unas risas kafkianas sobre
una película del romanticismo. Después un loco callaba “hay algún feo en el
autobús!”. Y cuando me di cuenta ya había llegado a Jerez con amor.
No se
tendría que especular tanto en el amor, a la persona. Idealizarlo o tenerle
miedo, con esto se evitarían muchos aspectos negativos como obsesiones, malos
tratos o incluso ya conocer a una persona deseada. Actuar cuando ha llegado,
sin prisa y no antes. Es verdad que llega más sincero cuando sorprende, sin
forzar la situación que te acompañará, que hace que nos enamoremos, en el puro
arte de sentir. Entonces lo demás se asimila cruelmente como falsas esperanzas o opciones banales
¿Qué haces cuando los cimientos están bien sujetos al suelo? No lo sé…
En el payaso
se es… Se piensa y actua constantemente como tal una vez conocido. No traiciona nada más que delante
de los demás ojos. Es tan puro que no hay que recurrir a exageraciones
irritables ya que anula a la persona y es un todo, un entrenamiento que gana
cuanto más horas con la nariz puesta.
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