Cayó
del árbol
El
niño sin saberlo construía una carismática estructura, derritiendo con su
ingenuidad a la mayoría. Todos, no. Alguno de su especie intentó romper la
burbuja que tanto respeto creaba. Un secreto a voces que no podía florecer
hasta el momento adecuado, de forma natural. Pero la sincronía se rompió. El
niño se ve ahora adulto con otra burbuja por construir en el momento adecuado
de forma natural.
Tu vida es una gran obra de arte en continúa creación. Sé el
protagonista sin abochornar, busca cambios continuamente, cree en tu obra, no
pierdas el tacto con los demás. Y sobre
todo, mantén la excitación que te produce crear.
Se preguntaba cómo podía ser tan feliz con tan poco. Aquella
persona era realmente afortunada, sabía encontrar riquezas en su interior y no
en el exterior como solemos hacer.
Tanto la quería…
Te vence el canto de aquel pájaro,
Me pongo en la repisa a hacer una imitación irritante,
No crees que sea lo mismo. Yo tampoco.
Te puede el tacto con aquel animal. Es dulce ¿no?
Arrodillado pongo tu mano en mi lomo, la gente mira,
No sentimos más que ridículo. Tenacidad en mis estupideces.
El viento mece tu pelo, te rindes ante su comodidad,
Entre babas y escupitajos parezco un niño
Haciendo pucheros. Torpe esfuerzo…
En una de estas casi me olvido de quien era…
Tú me recuerdas lo
imbécil que soy a veces.
Nos reímos y te llego.
Ahora tan solo imito pasajes de mi vida.
Tú me lo agradeces.
Carta de amor de un preso político
Permíteme que entre sin avisar, aún y sabiendo de donde
vengo. Que sé que esta locura se escapa
de las manos de los que un día fueron sus protagonistas. Una vez más queda
latente que “el poder de unos sobre
otros, destroza vidas” Este es un caso más.
Y ahora que no tengo más religión que la tuya he de aprender
a vivir sin ti. Tú sin mí…
Me gustaría curar a más de uno, que otro regresara o que cambien las polaridades de las dictaduras.
Ellos en nuestro lugar. Pero no puedo y no tengo consuelo, nada más que la máscara
de villano que ya conoces metida a presión y a los ojos de todos. Nos han
sometido...
Tan solo darte las gracias por ser tú. Siempre tú, hasta en
las despedidas o incertidumbres como esta ¿Nos veremos algún día?
Tendrás noticias mías y cartas en el buzón de los amantes que
siempre quisieron serlo.
La gente se preguntaba cómo podía ir una chica como aquella con
alguien tan pequeño, entrado en carnes y nada agraciado como él. Aquel chico
poseía una belleza de la que pocos valoraban. Ella la supo ver…
El soldado del amor
Creyó verla a lo lejos en un coche que se acercaba.
Él, se puso en medio de la calle… -¡qué no es ella!- le repetían. Cegado, paró
el coche. A ella le hizo gracia este gesto y se pusieron a charlar. Comidos por
la irritación que les provocaba, insistían… -¡qué no es ella imbécil!- La chica
marchó y nuestro protagonista se dirigió a ellos -Quizás no sea ella, pero se
lo dirá.
Si el “diablo” no se pone de tu parte date el placer de ser
un poco malo tu también.
Poema para que te guste un poco más la vida
Deja la agonía de un día roto y banal,
Si no lo crees hoy tendrás otro día roto y banal.
Tienes un sueño pero el mentor se olvidó ayer,
Tú lo comenzarás hoy ¡Lo haré!
Y sorteaba las gaviotas que le venían de frente,
Un día se puso a caminar en su misma dirección,
Cambió su perspectiva y creyó que los pájaros
No eran tan lejanos. Clamor en la azotea y aplausos.
Opta por una ducha y no te vistas de mugre,
Que sientas el tacto con la ropa, siempre puedes recurrir
A lo original, creativo o perceptivo. Distinta sintonía…
Da una patada al reloj y cambia el rollo de tu nido
ahuevado.
Pon la imagen grabada de un loco o un bohemio
En tu nueva bicicleta, personas de mucho menester.
Convéncete y trabaja en tu cambio. No más allá de…
Aquí, ahora, fuera del ayer y rozando pero
Sin tocar lo que está por llegar.
Interrogantes torturadores se convierten
En exclamaciones aduladoras.
Un gato ha llamado a mi puerta en extrema palpitación.
¡Estoy exhausto! –¿En qué puedo servirle Don gato?
-Vamos a trabajar en tu cambio… ¿Estás preparado?
-Y tanto… Qué bien que me lo pregunte.
(Ahora tú no esperes al gato, puede que no llegue)
Aprendizaje
Alguien le engañó. Quizás algún adulto en la niñez o
alguien que creaba confusión. Le dijeron
que hablar más alto era tener la absoluta razón. Tanto lo creyó que
hablaba a bocinazos. Entre bocín y bocín se quedó afónico. Así, sin voz, tubo
que hablar con gestos durante algún tiempo y le gustaron tanto que aprendió a
comunicarse realmente.
Puedes mentirte pero solo hará que desconfiemos de una cosa
que solo tú puedes ver. No intentes cambiar la realidad, acéptala y construye
sobre ella. A raíz de lo que los demás ven
contigo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario