martes, 27 de enero de 2015

Dos micro- cuentos...

Entre rejas

Un joven iba alocado por la ciudad con sus enormes auriculares cantando como un poseso. Derribaba todo a su paso: papeleras, diarios de los kioscos… Se entrometía entre los coches, robaba tonterías en las tiendas… Los transeúntes atemorizados llamaron a la policía y lo cercaron; él seguía cantando, bailando o saltando. Lo arrestaron, pero él seguía preso.



El necesitado


En la puerta de un centro comercial había un pobre indigente. De ese mismo lugar salía una chica y detrás le seguía un joven. A la chica se le removieron las entrañas al ver al anciano desfavorecido y de su compra le dio algunos alimentos. El joven al verlo le dijo… -Dame algo a mi también ¿no? La chica se enfureció con el joven de buen aspecto, pero este cambio su frase y dijo...–Dame algo a mi también, aunque solo sea un poco de cariño-

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