viernes, 30 de enero de 2015


La única manera de sobrevivir a un rio con corriente, es nadar a favor del rio e intentar salir. Si nadas en contra, tus fuerzas menguaran y acabarás arrastrado por la corriente.





Una manera de enseñar

Un anciano paseando por el bosque vio a un joven moribundo. Lo acogió en su cabaña y le suministró de curas para su lenta recuperación.
Las noches que el joven desfallecía a la mañana siguiente estaba provisto de alimentos para pasar el día y un brebaje para reconfortarse. Las noches que descansaba bien, no tenía nada, tan solo un manual para conseguir por él mismo el brebaje. El joven iba en busca de alimentos y hierbas. Cuando tenía tiempo revisaba sucosos libros que había en la cabaña de aquel misterioso lugar para su enseñanza.
Quizás el anciano pensaba que la única manera de no verse a expensas de nadie otra vez seria que supiera valerse por sí mismo de nuevo. 




Haz una pequeña acción, un gran gesto, una palabra amable; o da los buenos días o la mano a alguien. Lo que sea…

Una persona te lo agradecerá y ya verás como engancha esta droga barata y sana. Las grandes obras humanas se hicieron piedra a piedra hasta conseguir su belleza y su firmeza. 








De infamias se acomplejan

Juicios de valores sin el presunto,
Nunca me adivinó el corazón,
Se sentía pequeño, podrido y se lo conducía
A la cabeza. No podía soportar el peso…
La cabeza se recalentaba, se sentía triste o cargada.

Unos dicen que es envidia, otros achacan
A la importancia insípida que acarrea
tales maneras de vivir. Quizás sin molestar pero fresca,
De ahí el juicio de valor.
Ese juicio que se alimenta de porquería,
Haciendo pequeña la honradez. Estoy seguro
De que la victima aparece una y otra vez,
en la mente de su locutor,
Con los motivos que permiten juntar
sangre con saliva en la misma dirección.

Es un buen ejercicio para crear, para dar paso
A la creatividad. El inconveniente es que
No se entiende bien el ejercicio del profesor,
Algún fallo entre emisor y receptor que
Hace retroceder en el aprendizaje,
Quedando una infinidad de mal sabores;
Es lo que dan los malentendidos.




Es imposible agradar a todas las personas. Agrádate tu mismo… Eres la principal persona con la que te tienes que llevar bien. 


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